Boca Juniors debutó en el Mundial de Clubes con un empate 2-2 frente al Benfica en un gran partido del Xeneize, que comenzó ganando 2-0 pero no pudo conservar la ventaja.
El equipo de Miguel Ángel Russo salió concentrado, muy efectivo y mostrando un excelente fútbol en el primer tiempo, poniéndose en ventaja gracias a un gol de Miguel Merentiel —el capitán del equipo—, que rompió el cero en el marcador. Posteriormente, Battaglia aumentó la diferencia, llevando así a Boca a un 2-0 que parecía encarrilar el triunfo.
Sin embargo, el Benfica despertó y comenzó a presionar. Cerca del final del primer tiempo, el chileno Palacios le cometió un penal a Otamendi en una jugada muy dudosa, que fue transformado en gol por Ángel Di María, estableciendo el 2-1 antes del descanso.
En la segunda parte, el conjunto portugués continuó aumentando gradualmente la presión, hasta que encontró el gol del empate tras una caída en la marca de Ayrton Costas —quien, a pesar de eso, redondeó un gran partido—, sellando así el 2-2 final con el gol de Otamendi.
El encuentro también estuvo marcado por las expulsiones de un jugador de cada equipo, por lo que tanto Boca como el Benfica terminaron con diez hombres en la cancha.
Este debut deja un gusto agridulce para Boca, que si bien jugó un gran partido bajo el mando de Russo y demostró que tiene argumentos para dar pelea en el torneo más exigente de clubes, no pudo conservar la ventaja en el marcador. Aun así, el equipo deja muy buenas sensaciones para lo que sigue en la competencia, demostrando que las diferencias entre el fútbol sudamericano y el europeo están más parejas que nunca.